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¿Hay bono social para el gas natural?

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Sí, en este momento sigue activo el bono social para el gas natural. Sin embargo, su funcionamiento y condiciones tienen matices importantes que conviene conocer antes de solicitarlo. Este apoyo económico está pensado para hogares que cumplen ciertos criterios de vulnerabilidad, y se aplica sobre la Tarifa de Último Recurso (TUR) de gas natural.

Si reúnes los requisitos, puedes lograr una rebaja considerable en tu factura mensual de gas, lo que supone un alivio notable para la economía doméstica. A lo largo de este artículo veremos con detalle quién puede acceder, qué descuentos existen, qué otras ayudas están disponibles y las diferencias con el bono social térmico, así como ejemplos prácticos y consejos para tramitarlo tanto en grandes ciudades como Madrid o Barcelona.

¿Puedo acceder y qué descuentos hay en el bono social?

Para acceder al bono social de gas, es imprescindible cumplir las condiciones de vulnerabilidad definidas por el Gobierno. Estas condiciones incluyen, entre otras, tener una renta anual inferior a ciertos umbrales, ser familia numerosa o estar en situación de vulnerabilidad severa.

La solicitud se presenta directamente ante una comercializadora de referencia. Por ejemplo, en el caso de Naturgy (Gas & Power), el proceso implica cumplimentar un formulario, adjuntar la documentación acreditativa y enviarlo por vía online o postal. Una vez validada la solicitud, se aplica el descuento de forma automática en las facturas posteriores.

Los descuentos vigentes dependen del nivel de vulnerabilidad:

  • Vulnerable: descuento estándar sobre el término fijo y variable de la TUR.
  • Vulnerable severo: descuento ampliado, que permite reducir aún más el coste del consumo.

Estos porcentajes pueden variar según normativa y actualizaciones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Si quieres conocer todos los pasos para solicitarlo, en nuestra guía interna sobre el bono social del gas explicamos cómo reunir la documentación, plazos de respuesta y cómo reclamar si hay incidencias con la aplicación del descuento.

A día de hoy, ¿qué bonos y ayudas hay para el gas natural?

El bono social para el gas no es la única ayuda disponible. Actualmente encontramos también el bono social térmico, regulado por el Real Decreto 15/2018 y gestionado por las comunidades autónomas.

El bono social térmico se concede automáticamente a las personas que ya disfrutan del bono social eléctrico y está destinado a cubrir gastos relacionados con calefacción, agua caliente y cocina.

Características principales del bono social térmico:

  • Ayuda anual en un único pago que se ingresa en la cuenta bancaria del beneficiario.
  • La cuantía varía según la zona climática y el grado de vulnerabilidad del consumidor.
  • Según datos del MITECO, el importe mínimo ronda los 40 € y puede alcanzar los 124 €.
  • En situaciones excepcionales, como inviernos especialmente fríos o crisis energéticas, el importe ha llegado a incrementarse hasta un 60 %.

Además, algunas comunidades autónomas y ayuntamientos, como los de Madrid o Barcelona, lanzan programas puntuales de ayudas a la eficiencia energética, que pueden incluir subvenciones para sustituir calderas antiguas por modelos más eficientes, instalación de sistemas de control de consumo o planes de financiación para mejorar el aislamiento térmico de la vivienda.

En estos casos, las convocatorias se publican en los boletines oficiales autonómicos o municipales y suelen requerir una solicitud independiente.

Diferencias entre el bono social térmico y el del gas natural

Aunque comparten objetivo (reducir el gasto energético de los hogares vulnerables), el bono social del gas y el bono social térmico son diferentes en su aplicación:

  • El bono social del gas natural consiste en un descuento directo en la factura mensual del gas natural (TUR).
  • El bono social térmico es un pago único anual que no está ligado exclusivamente al gas natural, sino que cubre cualquier fuente energética utilizada para calefacción, agua caliente y cocina (gas, gasóleo, biomasa, electricidad, etc.).

Otra diferencia clave es el proceso de concesión: el bono térmico no se solicita directamente, sino que se otorga automáticamente a quienes ya son beneficiarios del bono social eléctrico (y, por extensión, pueden tener también el de gas).

Por tanto, es posible recibir ambos bonos de manera complementaria, lo que maximiza el ahorro en hogares vulnerables.

Ejemplos prácticos de ahorro

Para visualizar el impacto de estas ayudas, pongamos dos ejemplos:

  1. Familia en Madrid con bono social de gas y bono térmico:
    • Consumo anual: 6.500 kWh.
    • Descuento en factura por bono social: entre 80 € y 140 € anuales.
    • Bono térmico: 82 €.
    • Ahorro total aproximado: entre 162 € y 222 € al año.
  2. Hogar vulnerable severo en Barcelona:
    • Consumo anual: 5.200 kWh.
    • Descuento en factura: entre 120 € y 200 €.
    • Bono térmico: 124 €.
    • Ahorro total aproximado: entre 244 € y 324 € anuales.

Estas cifras muestran que combinar ambas ayudas puede suponer un alivio notable en la factura energética, especialmente en invierno.

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