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Instalar una cocina de gas puede parecer sencillo, pero hay muchas cuestiones que debemos tener claras antes de comenzar. No solo se trata de elegir entre gas natural o butano, sino de asegurarnos de cumplir con las normas que regulan la instalación de cocinas de gas en viviendas. La seguridad, la eficiencia energética y el cumplimiento legal son aspectos fundamentales a tener en cuenta. A lo largo de esta página, vamos a guiarte paso a paso por los aspectos clave de la normativa actual, tanto si estás pensando en hacer una nueva instalación como si estás valorando cambiar o anular la que ya tienes.

Entiende la normativa de gas natural para tu hogar

Las normas para instalar una cocina de gas natural en una vivienda están reguladas principalmente por el Reglamento Técnico de Distribución y Utilización de Combustibles Gaseosos (RD 919/2006), junto con sus posteriores actualizaciones. Estas normas aseguran que la instalación sea segura, que cumpla con los estándares técnicos y que se realice por profesionales autorizados.

Para empezar, necesitas un instalador de gas habilitado. No puede hacerlo cualquiera. Esta persona es la responsable de revisar el estado de la vivienda, diseñar la instalación, colocar los conductos y emitir el certificado de instalación. Sin este certificado, la instalación no se considera legal ni segura.

Los pasos que debes seguir son los siguientes: contactar con un técnico autorizado, acordar un diseño seguro y eficiente, instalar los conductos, conectar la cocina y realizar una prueba de estanqueidad. Una vez superada esta prueba, se emite el certificado correspondiente y se registra la instalación.

Entre los requisitos principales destacan:

  •  La cocina debe tener ventilación permanente
  • Respetar las distancias mínimas con ventanas y extractores.
  •  Instalar válvulas de corte accesibles. 

Además, si es una obra nueva o una reforma integral, es habitual que el técnico de la distribuidora de gas revise y apruebe todo el proyecto.

La instalación también debe contemplar los tipos de materiales aprobados, las presiones adecuadas para el uso doméstico y un mantenimiento regular que garantice que todo siga funcionando con seguridad.

La normativa también exige inspecciones periódicas obligatorias cada cinco años para instalaciones individuales de gas natural. Estas revisiones deben ser realizadas por la empresa distribuidora o por un instalador autorizado, y se revisa desde el contador hasta el aparato conectado, incluyendo las llaves y el estado de las conexiones.

Normativa de gas butano para tu hogar: ¿hay diferencias?

Aunque el objetivo es el mismo , la normativa para la instalación de gas butano para cocina tiene algunas particularidades propias, ya que no se trata de una red canalizada como el gas natural.

El gas butano se suministra en bombonas, lo que implica que no es necesaria una instalación fija y compleja como ocurre con el gas natural. Sin embargo, eso no significa que todo valga. Las normas para instalar una cocina de gas butano están también muy bien definidas, sobre todo en lo que se refiere a seguridad.

  • La cocina debe tener buena ventilación y contar con una rejilla de ventilación permanente.
  • Las bombonas de butano deben colocarse siempre en posición vertical, lejos de fuentes de calor, y nunca bajo la placa de cocción.
  • La manguera que conecta la bombona con la cocina debe estar homologada, tener fecha de caducidad visible y no presentar grietas o desgaste. También debe tener una longitud máxima permitida y estar sujeta con abrazaderas homologadas. 
  • Es común que se exija también un detector de fugas o una válvula de seguridad que corte el gas si se detecta una anomalía.
  • No se pueden acumular bombonas en la cocina. La normativa permite tener solo una conectada y otra de repuesto. En ningún caso se pueden almacenar más botellas dentro de la vivienda.

Por tanto, aunque pueda parecer más sencillo, la instalación de gas butano para cocina también requiere seguir unas normas específicas, y conviene contar con la ayuda de un profesional para asegurarse de que todo está bien conectado, revisado y cumple con la legalidad.

¿Qué diferencias y qué tipo de gas es mejor para mi?

La diferencia más evidente entre ambas opciones es el tipo de suministro. El gas natural llega directamente a tu hogar a través de la red, mientras que el butano depende del uso de bombonas. Esto influye en la comodidad, el precio y el mantenimiento.

Desde el punto de vista normativo, las normas para instalar cocina de gas natural son más exigentes en cuanto a documentación y procedimientos, pero también ofrecen una instalación más duradera y estable. En cambio, las normas de cocina de butano se centran más en los aspectos físicos de la instalación y en la seguridad del uso de bombonas.

Ambas opciones pueden ser seguras y eficientes si se instalan y mantienen adecuadamente. Sin embargo, si buscas una solución permanente y te encuentras en una zona con acceso a red, lo más recomendable suele ser el gas natural. Por el contrario, si vives en una zona sin acceso a red o buscas una solución temporal o más económica, el butano puede ser la opción más práctica.

También es importante considerar el proceso inverso: ¿quieres anular el gas en tu cocina? En ese caso, también hay procedimientos que cumplir. Tanto para gas natural como para butano, hay que dejar la instalación en condiciones de seguridad, retirar los elementos conectados y, en el caso del gas natural, comunicar la baja a la empresa distribuidora.

Recuerda que el cumplimiento de la normativa no solo te evitará problemas legales, sino que te asegura un uso responsable y seguro de una energía que sigue siendo muy popular en los hogares españoles. Las normas para instalar cocina de gas natural y las de instalación de gas butano para cocina están ahí para protegerte.

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